EL VALOR DE SER YO




Hoy planteo una reflexión a todos vosotros y está relacionada con el valor, el valor de ser auténticos.
Estamos experimentando día a día una vida sumida en el caos, violencia, casos de corrupción, abuso de la fuerza y del poder, etc.
Es bastante asiduo escuchar como la ciudadanía se queja y se lamenta de ser una vez más la victima de todas estas situaciones pero la cuestión no está en criticar, sino más bien en que somos capaces de aportar y hacer para que las cosas cambien.
El poder es corrupto, y creo que caben pocas dudas al respecto, además queda claro de que no importa el color de los que gobiernen en ambos casos se han cometido actos de corrupción.
Hace ya algún tiempo plantee una pregunta, y esta era, ¿eres honesto/a?
Responde honestamente.
Posiblemente tenemos aquello que merecemos. Que nivel de honestidad hay en cada uno de nosotros. Seremos capaces de mostrarnos con total transparencia, porque se i esto no es así, que podemos pedir a los que hoy dirigen la política, el poder judicial, las fuerzas de seguridad, las fuerzas armadas, la monarquía, etc. Seriamos auténticos hipócritas  si pedimos honestidad para los que mandan y por lo contrario nosotros continuamos intentando subsistir sin tener en cuenta que hemos de actuar con honestidad y transparencia.
Vivimos unos momentos que rozan el surrealismo, el dinero que se recoge para financiar los servicios básicos del país, son entregados a la banca, a la monarquía, a políticos, consejeros inútiles, intermediarios, y una porción minúscula se destina a los ciudadanos y a los servicios.
Se recorta la sanidad, la educación, la atención a los más desfavorecidos mientras que los políticos, jueces, monarcas y otros poderes en la sombra, continúan con sus salarios, eso sí, no dejan de predicar de que hemos de arrimar el hombro para salir de la situación económica por la que estamos atravesando, mientras que aquellos que hoy ostentan los poderes no cunden con el ejemplo.
Quizás los políticos hayan perdido en rumbo y necesiten que alguien ó todo un pueblo les recuerde donde está en norte.
Tengo la sensación de que la historia vivida, hoy sirve de poco, pues tengo la sensación de los partidos políticos todavía siguen anclados en que unos ganan y otros pierden.
Basta ya de dirigentes ineficaces, basta ya de hipócritas corruptos, basta ya de ineptos y de cargos innecesarios, basta ya de políticos que nos enfrentan en lugar de unirnos.
Dejemos de ser complacientes y luchemos pacíficamente por conquistar una sociedad equilibrada en la que los poderes estén verdaderamente al servicio del pueblo y no al servicio del poder.
Hoy las fuerzas de seguridad, trabajadores a sueldo como la mayoría de nosotros, deben cumplir una labor más bien sucia y no es otra que la de reprimir a aquellos que clamamos por nuestros derechos básicos. Esta imagen es más bien surrealista, pagamos a aquellos que nos muelen a palos si salimos a las calles a reclamar pacíficamente por aquello que creemos justo.
La justicia debiera ser igual para todos los ciudadanos, pero visto está de que esto no es así, pues queda más que probado de que si tienes influencias la justicia se mide con otro rasero.
La monarquía, ¿a quién representa, acaso es símbolo de honestidad, de justicia, de ejemplo de humildad?
El pueblo financiando los caprichos de un señor con corona, cacerías, yates, fiestas. Un mal ejemplo para todos creo yo.
Los  sindicatos se cree deben ser la máxima representación de la clase obrera, bien, yo hago una pregunta a estos entes. ¿Se han prostituido al poder de turno? Respóndanse honestamente.
Hoy ya no quejarse por todo, lo único que vale es la acción, pacifica, pero la acción.
Cuando vas a votar y digo votar porque yo hace ya bastante tiempo que no lo hago, hay que ser consecuente con este acto, porque te conviertes automáticamente en cómplice de aquellos a los que tú has elegido como opción para dirigir y administrar, luego no se justifica de manera alguna el quejarse porque ó confías ó no confías.
Hoy nadie habla de plantear un referéndum  sobre qué hacer con tanto desmán, tanto caos, tanta podredumbre, creo que sencillamente es porque unos partidos se protegen a otros, y entre unos y otros se reparten el pastel.
Se plantean procesos de independencia, se alardea del patriotismo y los sentimientos de amor a la tierra, pero el dinero se custodia fuera del país.
 Aquellos que roban, matan y corrompen debieran de estar en la cárcel, alejados de la sociedad, pero por lo contario, los que tienen poder dentro de la políticas (amígueles) ó suegros poderosos, mierda la cual implique a descubrir los trapos sucios de los que mandan, simplemente se buscará el camino más largo para llegar a saber si es que se llega a saber la verdad, jajajajajajajaja….. ¿Quien ha devuelto el dinero que ha robado?
Quizás mi mente este distraída, pero creo que nadie.
Todos podemos crear una sociedad más justa, más equilibrada, más honesta. Esto, al fin al cabo es lo que deseamos los más humildes, vivir en paz  y en armonía. El pueblo sostiene y mantiene al poder y es el pueblo es el que tiene el poder de erradicar esta lacra que nos gobierna en este momento.
La compasión es una enseñanza que nos dejo Budha. Seamos compasivos, no se trata de culpabilizar a nadie, sino más bien de crear un punto de partida en el que la sociedad sea administrada con el control real del pueblo, y aquel que ose en robar al pueblo, se atenga  y sus consecuencias.
Me gustaría hacer un apunte muy real, y lo baso en la experiencia que observo es los medios, si le sale un grano en el culo a un famoso, esto es un gran motivo de publicidad mediática, pero si por el contrario desahucian a una familia sin recursos porque el banco que le concedió un crédito y debido a que esta familia transitoriamente hoy no tiene trabajo y no pude pagar, esto no vende nada.
Dejemos de ser hipócritas y demos importancia a aquello que verdaderamente lo tiene, seamos solidarios y estemos al lado de los que verdaderamente debiéramos de representar el poder del pueblo. La base.
Hoy no importa lo que otros digan, sino más bien lo que tu estas dispuesto a hacer. No entremos al trapo de la provocación, porque esto es lo que aquellos que hoy se ven perdidos porque  están siendo descubiertas sus fechorías van a intentar utilizar para dividirnos.
La sociedad perfecta es una sociedad sin ganadores ni perdedores, una sociedad con cabida para todos sin que importe la pluralidad de pensamiento u de ideología. Todo tiene cabida.
Nosotros podemos y debemos dar un escarmiento a los que hoy dirigen el país y algo hemos de tener muy claro, el problema del país, no es la crisis. Es la clase política.
Una amiga me decía un día, tú eres como el pequeño Juan, y si no  creyera  que aquello que considero justo, la humildad y la honestidad ante todo son posibles, ni tan siquiera me atrevería a escribir estas líneas.
Omnia Vincit Amos. El pequeño Juan. Siri

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