Grande es la convocatoria necesaria y llena de gozo y
alegría para todos.
Todas las esferas terrenales trabajan al únísono junto
a las esferas terrenales para que el Plan Divino llegue a consumarse
correctamente. Como parte del plan, el Padre nos regala cada día oportunidades
de reconciliarnos con nuestro pasado para así entrar de nuevo en la Nueva
Tierra, llena de amor, paz y prosperidad, donde cada uno, representa y dispone
de su lugar. Nadie queda excluido, sólo hace falta de aceptación del amor
incondicional y la Conciencia Crística en su corazón.
Muchos son ya los que esperan que esto suceda, cada
vez son más los que intuyen este cambio, pues la conciencia ha abierto la
puerta de sus corazones.
El nivel de comprensión es alto, gracias a las
emanaciones energéticas que se han ido recibiendo progresivamente. Este proceso
energético ha facilitado que muchas personas dispongan ya los canales de
apertura hacia Dios Padre Madre Rey Celestial, limpios y preparados para el
encuentro.
Cada vez falta menos para que esto suceda, ha sido una
progresión exponencial de hechos y características previas, componentes del
Plan Supremo. Apertura a la divinidad, es lo que permite el cambio energético y
en muchos se manifiestan con dolores de cabeza y malestares físicos e incluso
enfermedades complicadas, con el fin de acelerar el proceso en su ADN, demás
cambios emocionales y también espirituales pues son ya de dominio público.
La apertura es grande y esto mismo permite abrir y
continuar abriendo canales de ascensión planetaria.
Todo dispuesto está ya. El desorden dejará paso al
orden. La teoría del Caos, se manifiesta permanentemente, donde las partículas
subatómicas encuentran un nuevo orden para expandirse, el Nuevo Orden Divino,
para permitir mostrar todo el potencial de la Humanidad.
Todo se presenta más transparente, todo llega limpio,
en verdad, en justicia de Unidad.
Muchos son también los que desesperan, no encontrando
la verdad en sus vidas, sintiéndose desorientados en la vida misma, sin rumbo
ni dirección a la espera, de acontecimientos y señales que marquen el cambio.
En verdad os digo, amados hermanos, todos Hijos del
Padre somos, hermanos todos los unos de los otros y como ello debemos
mantenernos en el amor de Dios, pues vivimos sostenidos y guiados bajo su manto
de protección.
Únete a la vida en el amor, a la abundancia plena sin
condiciones previas, nada más que SER, muestra todo tu SER y descubrirás que de
esta manera, la vida es más sencilla, bonita y placentera. Disfruta de tu día a
día, pues no hay más vida que la presente.
AQUÍ Y AHORA, NO EXISTE MÁS QUE SER
SER con palabras mayúsculas, con todo lo que el
vocablo y la vida significa.
La magnificiencia de Dios Padre Madre, instalado en
ti, a través de tu corazón, la Conciencia Crística YO SOY.
Nada hay más en la vida, nada más que SER, plenos y en
armonía, con tus hermanos, con Cristo, nuestro Señor Jesucristo a la cabeza,
uniendo almas en amor, hilando corazones para la Nueva Tierra.
Yo María Magdalena, acompaño en este grandioso
momento, a todos y cuantos necesiten de mi ayuda, mostrando mi SER pleno, lleno
de humildad, por la grandeza del Amor Divino.
Se están mostrando hechos a la luz, transparentes
formas de vida, que señalarán el camino hacia el amor en la Nueva Tierra.
Yo María Magdalena, sirvo de guía de las esferas del
amor, de creación y materialización de la Nueva Tierra en amor.
Únete abriendo tu corazón y encontrarás la paz y el
amor que anhela tu alma, para vivir en armonía y en conjunto con los demás
seres terrenales.
Todo está medido con la precisión divina del amor,
nada de lo que acontece es fruto de la casualidad. Todo lo que precede es
necesario para la consecución del Plan Divino.
Disfruta entonces de tus experiencias, mide el dolor
con amor, mira que esa experiencia permita que crezcas y permite que se expanda
tu corazón.
Anunciado está ya, cerca está el día de la Verdad, el
día que muchos esperan, aunque sabemos también que el día terrenal no significa
lo mismo que el día celestial, pues regidos por distintas unidades se
encuentran.
No importa el tiempo transcurrido, lo que importa en
verdad es vivirlo con alegría y satisfacción plena, lleno de amor incondicional
hacia ti y hacia los demás nuestros hermanos.
Todos somos iguales, todos pertenecemos al Padre y
siendo así no existen distinciones entre los unos y los otros. Todos y cada uno
de nosotros ocupamos un lugar, todos tenemos una misión que cumplir dentro del
Plan.
Mira que tu vida se ajuste cada día más a lo que es tu
misión en la vida que ahora estamos compartiendo. Te invito a que disfrutes de
este momento inigualable e irrepetible.
Te doy gracias y bendigo tu SER iluminado de amor.
Luz animada en movimiento, felicidad y alegría en el
alma.
Desde ahora te invito a que disfrutes cada vez más de
tu vida, sintiendo la sintonía perfecta con el amor impregnado en tu alma, en
todo tu SER.
Bendiciones para todos y gracias por compartir el
Camino Divino.
Gracias y bendiciones a ti, María Magdalena
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