ENERGIAS MAYO - JUNIO
Dentro de la
espiral energética de este periodo hasta el solsticio vernal, las cualidades
esenciales de los campos magnéticos y eléctricos de la entidad planetaria
(Gaia-Hombres-Logos-Jerarquia), se ven altamente “sacralizadas”, produciéndose
una elavación considerable de las frecuencias más densas para generar los
escenarios de nueva comunicación y comprensión activa de la gestión y manejo de
las fuerzas.
La actividad
del Ángel Solar que en receptiva comunicación de los patrones y modelos de la
senda ascensional ha estado generando el impulso y la atracción de los reinos
inferiores hacia el re-descubrimiento de sus potencialidades no-inerciales, se
ve acompañada por la intuitiva acción del Alma, por la semilla crística que en
el vientre totalmente entregado a la evolución del nuevo hombre, crece y se
expande haciendo vibrar altamente el segundo triángulo de fuerza, a la vez que
“acopla” su sonido y vibración a la fuerza materializadora de la Madre.
La
concentración y la atracción de los centros inferiores sobre el plexo, actua
como un imán en resonancia con los devas creadores que se “acercan” al vehículo
de manifestación inferior del Alma (el centro corazón) y al centro “conocedor”
del Ángel solar (chakra laríngeo), generando una potentísima corriente de
sincronicidad y unicidad que no sólo actúa en el mundo físico, si no que
“atrae” a los campos etéricos, los escenarios y encuentros entre distintas
fuerzas, realidades, campos mentales y emocionales.
Las
corrientes generadas por los centros que actúan encima del diafragma tienen la
cualidad de producir una actividad vibratoria capaz de “captar” la
información por resonancia del entorno y reproducir un estímulo “sensación” con
aquellas frecuencias afines y o complementarias.
Del mismo
modo, al encontrarse en coordenadas más elevadas a las del triángulo Madre, el
desarrollo de la actividad del centro corazón y laringeo produce ondas
vibratorias que son capaces de “acercar” y sintonizar grupos y almas afines,
fuerzas y energías complementarias o motivadoras generando el expotencial
desarrollo de principio mediador, (Alma/Hijo/Amor) donde el principio
vitalizador (físico) y el principio orientador (espíritu) pueden comenzar la
síntesis haia la manifestación total de la expresión completa de las dos
polaridades esenciales, Padre-Madre, Cielo-Tierra, Espíritu-Materia, gracias a
la exteriorización del amor incluyente, del principio de compasión y servicio
donde nuestro universo manifesta su semilla primordial del Fuerza de Segundo
Rayo.
La actividad
creciente de estos centros y su exponencial desarrollo nos concede la
experiencia de “ver” e intuir la posibilidades creativas de los triángulos de
fuerza y su total fusión y sintonia.
Nos acerca a
la comprensión de los triádicos eventos transmutadores que está sufriendo
nuestro ser: mientras nuestros dones y capacidades psíquicas se desarrollan,
los escenarios, fuerzas, energías y reinos sobre los que actuar se manifiestan
no ya en sus envoltorios caducos, si no el mágica luz de su potencialidad como
elementos de la magia ritual más conmovedora, como demostración arrolladora de
la Unidad, donde lo que sucede en mi mundo interno se refleja con perfección y
belleza en lo externo.
El Alma
mística, o el vórtice energético generado por nuestras frecuencias internas en
creciente desarrollo produce la alquimia o caida de los velos, que nos
permite reinterpretar la realidad, entender su esencia potencial, vibrante y
solar, además de fortalecer los vínculos sagrados entre los reinos cuyas
“experiencias” pueden ser observadas para acercarnos a la “verdad” y el
Propósito divino.
La
concentración dévica del triángulo inferior sobre el plexo nos acerca al
sentimiento de “humanidad” como grupo de fuerza creador…Su interacción con el
centro corazón, nos desvela la cualidad esencial del amor y la fraternidad,
cuyo alter ego, cuyo reflejo superior manifestado es descubierto y sentido como
“la Jerarquia Espiritual”, que durante todo este tiempo ha estado actuando en
nuestros procesos psicológicos y evolutivos, como una fuerza externa,
renaciendo ahora el sentimiento “de Presencia” solar de nuestro propio Ser.
Durante
estos días posteriores a la luna nueva de Tauro y el poderoso eclipse anular o
anillo de fuego, un creciente circulo de compenetración se produce entre el
“corazón de la humanidad” y el “Alma del Mundo” acercándonos al “encuentro”
entre las realidades mísiticas que encarnamos, hacia la fusión de nuestra
experiencia potencial como impulsores de los escenarios mediadores, donde el
Amor, donde la gran fraternidad humana debe reunirse para exteriorizar su
propio tesoro, su propio misterio llamado por muchos “la exteriorización de la
Jerarquia Espiritual”.
El
desarrollo del poder del principio mediador de la semilla que crece en armoniosa
concordancia con su “madre” produciendo la repolarización que transmuta las
tendencias opuestas en complementarias, genera la grandeza auto-existente del
amor que conduce a la senda del Mago, a la ruta interna que continúa
maximizando las frecuencias hasta despertar el “corazón medio” el punto medio
que transformado en gran fuego abre el ojo, para descubrirnos, que en nosotros
mora el gran triangulo místico…la fuerza a través de la cual el universo y Dios
se expresan en la simbiosis perfecta de la luz y su perfecto reflejo.
El Alma
mística se revela entonces, el reflejo habla por fin empujando el nacimiento
del centro más elevado…donde las triádas inferiores se reunen como grupo de
fuerza humano, para formar parte de la fuerza inspiradora del sistema…Humanidad-Jerarquia-Shamaballa.
En una misma
dinámica y corriente mediadora (AMOR) …La magia organizada planetaria, se
percibe como la “creación divina universal”.
“Lo que yo
te digo en la oscuridad, háblalo tú en la luz”
Namasté
Anabel.C.Huertas
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